martes, 23 de marzo de 2010

¿Y... dónde está el guión?

Los que me conocen, saben que no me gusta ejercitar el papel de crítico; creo que el mundo está demasiado plagado de estas personas que se la pasan dando su opinión "especializada" en diarios y TV, y saben tanto de cine como yo de física cuántica (ya me oíste, Catalina Dlugi).

Sin embargo, a todos nos pica el bichito de vez en cuando. Sobre todo, cuando una peli que prometía, nos termina satisfaciendo menos que un Guaymallén.

Eso es lo que me pasó con ¿Y... dónde están los Morgan? (Did you hear about the Morgans?, 2009), película de Marc Lawrence, protagonizada por Sarah Jessica Parker y Hugh Grant.

La historia es más o menos así: Paul y Meryl Morgan son dos exitosos profesionales, él abogado y ella operadora inmobiliaria, cuyo matrimonio está en vías de disolución por una infidelidad del muchacho. Ambos viven en New York y una noche son testigos de un crimen e ipso facto, se convierten en perseguidos del asesino. La aventura comienza cuando el FBI los coloca en el programa de protección de testigos y los manda de incógnito a un pueblo del medio oeste.

Bue... lo de que la aventura comienza es una forma de decir, porque la historia no llega a despegar jamás; todo es previsible, todo está ya usado y agotado desde unas treinta películas atrás, y el final se ve venir desde los títulos de apertura. Y los pobres Hugh y Sarah, de probado talento para esta clase de comedias, en ningún momento logran hacer pie con un guión que es menos efectivo que los botes salvavidas del Titanic; supongo que de ahí vienen las expresiones azoradas que exhiben ambos en el afiche.

En resumen, ¿Y... dónde están los Morgan? resulta menos original que un recital de Luis Miguel. E igual de aburrida. Sólo te la recomiendo si es un día (muy) lluvioso, se cortó el cable y tenés un kilo de helado en el freezer. Y ni así.

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