lunes, 1 de diciembre de 2008

Hasta la vista, baby

¿Quién dijo que todo está perdido...? John Connor viene a ofrecer su corazón, amigos.

Terminator Salvation (o simplemente Terminator 4) es el nuevo título de la saga del cyborg futurista casi indestructible, creado en 1984 por el visionario James Cameron.

Esta cuarta parte se ubica temporalmente en 2018, unos 11 años después de ese apocalipsis que la atribulada familia Connor no ha logrado evitar, pese a haberse jugado el pellejo en tres películas previas y una serie televisiva (Terminator: The Sarah Connor Chronicles), y relata la encarnizada lucha de la resistencia humana contra Skynet, en un mundo hecho bola y definitivamente dividido entre hombres y máquinas.

Terminator Salvation cuenta con las actuaciones de Christian Bale como el mítico líder de la resistencia John Connor; Anton Yelchin como Kyle Reese (soldado de John, y quien terminará engendrándolo con Sarah, en su viaje al pasado); Bryce Dallas Howard como Kate, esposa de Connor; Sam Worthington como Marcus Wright; y en el rol del viejo y querido T-800 (el primer exterminador, que hiciera famoso al hoy governor Arnold Schwarzenegger), otro austríaco igual de chiquitito: Roland Kickinger. La dirección es de Mc G (Charlie's Angels, Supernatural, Chuck, The O.C.) y el guión, de Michael Ferris y John Brancato, sobre una historia de David Wilson.

En USA, el estreno será el 22 de mayo de 2009; aunque ya puede verse en internet un excelente poster animado que presagia el final. En Argentina, en tanto, estará en las salas el 4 de junio.



(Fuentes: Blog de cine; IMDB; Sony Pictures; Warner; Wikipedia; You Tube)

sábado, 29 de noviembre de 2008

El espectáculo está de luto


-¡Todo...! ¡Todo es una mieerdaaa...! -espetaba uno de esos personajes sombríos y tristes que tan bien supo componer el hombre.

Era algo rellenito y con unas facciones que parecían amasadas en plastilina. Le dijeron una vez que con esa facha no iba a llegar muy lejos. Y sin embargo, construyó una carrera inigualable que abarca más de cuatro décadas de cine, teatro y televisión argentinos.

Ese actor pequeño y morrudo, pero dueño de un talento desmesurado, se marchó esta mañana a los 71 años. Se llamaba Ulises Dumont.

Nos quedan, para recordarlo, sus inmortales creaciones para películas como La parte del león (1978), Tiempo de revancha (1981) y Ultimas días de la víctima (1982), todas de Adolfo Aristarain; No habrá más penas ni olvido (Héctor Olivera, 1983); Los chicos de la guerra (Bebe Kamín, 1984) o La película del rey (Carlos Sorín, 1986); por nombrar sólo algunas de las 81 en que participó.

Se fue de gira, como gusta de decir la gente de las tablas. Si es así, seguro que don Ulises estará ya cosechando sus primeros aplausos en las salas del Paraíso.

(Fuentes: imdb; cinenacional.com; wikipedia; lanacionline)

Inteligencia artificial

Finalmente, entre tanta remake y adaptación de clásicos, llega a la pantalla grande uno de los personajes míticos del animé. Se trata de Astroboy, el niño robot con sentimientos humanos que concibiera el artista japonés Osamu Tezuka en los años '60.

La historia nos cuenta que Astroboy fue creado por el Dr. Tenma, a imagen y semejanza de su propio hijo muerto en un accidente. Más allá de esta reminiscencia pinochesca, el pequeño robot está dotado de poderes especiales tales como visión de rayos x, cohetes impulsores en brazos y manos, y un par de armas de fuego que disparan (vaya analogía) desde su trasero.

Y las aventuras se desarrollaban, principalmente, a partir de los planes de algún loquito de turno que intentaba conquistar al mundo o bien, secuestrar al robotito para copiar su tecnología.

La película, producida por Imagi Animation Studios, ha sido desarrollada con la última tecnología de animación 3D y cuenta con los talentos vocales de Nicolas Cage, Freddie Highmore, Kristen Bell y Donald Sutherland, entre sus principales atractivos.

Debo decir que Astroboy supo alegrar las tardes de los infantes de mi generación (allá a fines de los '70), quienes disfrutábamos enormente de ese enigmático "chui-chui-chui-chui" que producía al caminar, mientras nos tomábamos la Zucoa con galletitas Lincoln. Por tanto, el rescate emotivo es más que bienvenido en esta ocasión.

El estreno está fichado para Octubre de 2009. Así que no te comas las uñas y entrenete mirando el trailer.



(Fuentes: imdb, wikipedia, youtube)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Encuesta forzosa

Decime la verdad, ¿a vos no te cae pesada la promoción de la obra Miami, que pasan por radio unas cuatro mil veces al día? Una que dice, más o menos, así:

Típica familia argentina (Mamá, Papá, la Nena y el Nene) que acaba de desembarcar en la ciudad peninsular del título y se supone que llegan a la playa, ya que al fondo resuenan las olas y una musiquita bongonera que evoca al paraíso vacacional.

Y Mamá dice asombrada:
-¡Miren ese azul...! ¡Nunca vi un mar tan azul!

Papá le pregunta a la Nena (la luz de sus ojos, al parecer... o peor):
-A ver, papito, decile a papá ¿qué te gusta más, Punta o Mardel?

La Nena, con un gesto de desdén cuidadosamente descuidado, responde:
-¡Obvio Punta!

Papá, con voz libidinosa y cuasi orgásmica:
-¿Y qué te gusta más, Punta o Miaaami...?

La Nena, más desdeñosa aún:
-¡Obvio Miami!

Papá, a punto de caramelo:
-¿Y adónde te trae papá...?

La Nena, con sonrisita complaciente:
-¡A Miami!

Papá, sabiendose todo un ganador, insiste:
-¡¿Para darles qué...?!

Y Todos, que nunca han ido ni a La Salada, exclaman:
-¡Lo mejooor!


No sé si la obra será buena o no, pero ya me han quitado las ganas de verla... Si es que alguna vez las tuve.

Votá sin miedo. ¡¡¡No me dejes solo!!!

... O te grabo un TDK de 90' con la promo de Miami en ambas caras.

lunes, 27 de octubre de 2008

Un muchacho llamado J.J.

Ha aparecido en la web una misteriosa página llamada Aladygma, en la cual sólo pueden leerse una serie de cifras separadas por barras: 00 / 11 / 22 / 88. Y tal como ocurriera en su momento con Cloverfield (2007), todos se pusieron a elucubrar de qué se trata.

¿Y por qué mencionamos esa película en particular? Porque se rumorea que el cerebro tras este nuevo enigma no es otro que J.J. Abrams (Alias, Lost, Cloverfield); productor creativo e inquieto como pocos, a quien le gusta (y sabe cómo hacerlo) utilizar el misterio para presentar sus proyectos.

Así es el bueno de Jay Jay, quien lejos de conformarse con esperar el estreno de su visión de Star Trek, está ya embarcado en algo nuevo y mientras tanto, se divierte poniendo a sus seguidores a punto de caramelo.

martes, 21 de octubre de 2008

Angeles y demonios

Tras las numerosas críticas que recibiera su adaptación cinematográfica de The Da Vinci Code (2006), el director Ron Howard vuelve al ruedo con la otra novela famosa de Dan Brown: Angels & Demons.

Esta obra, que es anterior al Código..., también se nutre de la intriga eclesiástica; ahora, centrada en el Vaticano y en la ancestral secta conocida como los Illuminati. Y una vez más, quien deberá encargarse de descifrar códigos e interpretar símbolos, será nuestro viejo conocido Robert Langdon, quien nuevamente tendrá la cara de Tom Hanks.

Coprotagonizan este thriller religioso Ayelet Zurer, Ewan McGregor y Stellan Skarsgård, entre otros.

¿Despertará ésta versión la ira de la iglesia, también? Qui lo sa. Habrá que esperar hasta después del 15 de mayo de 2009, fecha de estreno en USA.

miércoles, 8 de octubre de 2008

De licántropos y chupasangres

Es mucho lo que se ha escrito y filmado acerca de estas criaturas malditas, pero sin embargo siempre parece haber algo nuevo que contar.


En algunos meses -abril de 2009-, estará llegando a las salas locales The Wolf Man; película inspirada en la del mismo nombre realizada en 1941, y que resultara la piedra fundamental en esto de la licantropía cinematográfica, a la vez que consagrara al maestro del maquillaje Lon Chaney Jr.

En esta nueva versión (ambientada en la época victoriana, como corresponde), es el exitosísimo Benicio Del Toro al que se le pone peluda la cosa ni bien asoma la luna llena. Lo acompañan en la aventura, dos que de actuación entienden un poquito: Anthony Hopkins, en el rol de Sir Talbot (el padre de la criatura, digamos) y Hugo Weaving como el investigador de Scotland Yard a cargo del caso. La infaltable bella en apuros, en tanto, tiene los rasgos de Emily Blunt, a quien tuvimos el placer de ver en la deliciosa The devil wears Prada (El diablo viste a la moda, 2006). La dirección está a cargo de Joe Johnston, quien dirigiera películas tales como The Rocketeer (199), Jumanji (1995) y Jurassic Park III (2001); una garantía de buen espectáculo.


En tanto, otra novela que ha visto la luz verde es Twilight (Crepúsculo), basada en la saga de vampiros escrita por Stephenie Meyer, que se convirtiera en best-seller en Europa y EE.UU. tras su publicación en 2005.

Dirigida fundamentalmente al público joven (los personajes principales son adolescentes), nos cuenta las historias entrecruzadas de Bella Swan (Kristen Stewart) y Edward Cullen (Robert Pattinson), mortal enamorada y vampiro conflictuado respectivamente

Partiendo de esta premisa, que no es nueva ni en el cine ni en la literatura, el romance que pinta complicado entre la bella Bella y el pálido Edu va subiendo de temperatura y ambos, se ven arrastrados a una oscura aventura en la cual el muchacho deberá emplear todas sus habilidades sobrenaturales para proteger a su amada, a la vez que los dos se plantean si podrán estar juntos para siempre.

La saga cuenta con otros tres libros (Luna nueva, Eclipse y Amanecer), lo que garantiza -si la primera adaptación tiene el éxito que se espera de ella- una nueva historia de vampiros cada dos años, de acá a 2014.

Twilight está dirigida por Catherine Hardwicke y se estrena en Argentina el 1° de enero de 2009.

sábado, 27 de septiembre de 2008

So long, Paul


Hay noticias que jamás desearíamos dar, pero que son parte de la vida, tristemente.

Hoy nos ha dejado el gran Paul Newman.

Un comunicado de su fundación Newman's Own, informó que el actor y director estadounidense de 83 años, quien habría padecido cáncer de pulmón, falleció en la tranquilidad de su hogar y rodeado de su familia: la actriz Joanne Woodward y sus hijas, tal cual fuera su deseo, cuando en agosto pasado decidió dejar el hospital en donde estaba internado.

Nacido el 26 de enero de 1925, hijo de un padre de origen judío alemán y madre católica con raíces húngaras, Newman se graduó en la Universidad de Yale y luego estudió actuación en el mítico Actor's Studio de Lee Strasberg, en New York.

En 1958, apenas cinco años después de su debut en las tablas, recibió su primera nominación al Premio de la Academia por su interpretación, junto a la salvajemente bella Elizabeth Taylor, en La gata sobre el tejado de zinc caliente (Cat on a hot tin roof), sobre el drama sureño de Tennessee Williams.

Desde entonces, su talento merecería otras siete nominaciones como actor: El buscavidas (The hustler, 1961); Hud, el más salvaje entre mil (Hud, 1963); La leyenda del indomable (Cool Hand Luke, 1967); Ausencia de malicia (Absence of malice, 1981); Será justicia (The verdict, 1982); El color del dinero (The color of money, 1986), premio que terminaría llevándose; Ni un pelo de tonto (Nobody's fool, 1994) y Camino a la perdición (Road to Perdition, 2002); y una nominación como Mejor Película para Rachel, Rachel, film de 1968 en el que dirigió a Joanne Woodward.

Además de los mencionadas, Newman interpretó roles en decenas de películas que son ya clásicos del cine mundial; El cáliz de plata (The Silver Chalice, 1957), Butch Cassidy (Butch Cassidy and The Sundance Kid, 1969), El golpe (The sting, 1973), Infierno en la torre (The towering inferno, 1974) y Búfalo Bill (Buffalo Bill and the Indians, 1976) pueden citarse entre las más recordadas.

Por éstas y otras obras, en cine y en televisión, fue también merecedor de premios tales como el Golden Globe, el Emmy, el BAFTA, la Palma de Oro de Cannes y el Oso de Oro de Berlín, tanto en actuación como en producción y dirección.

Asimismo, la Academia cumpliría en honrarlo con otro Oscar, en 1986, por su contribución a la cinematografía y en 1994, con un Premio Jean Hersholt por su trabajo humanitario.

En resumen, se ha ido un magnífico actor, de las últimas glorias de un Hollywood dorado, quien, bien lejos de dejarse encandilar por las luminarias, no dudó en utilizar su nombre y su fama en beneficio de los más necesitados; la Newman's Own, que naciera como una fábrica de salsas y condimentos basados en sus recetas caseras, hoy es una gigantesca fundación que desde 1982 ha recaudado más de 250 millones de dólares, sólo para donarlos a causas benéficas alrededor del mundo.

Lo que se dice un gran tipo.

Pero grande de verdad.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Espejito, espejito...

¿Quién no se ha preguntado alguna vez si lo que vemos en el espejo, es apenas un reflejo de nosotros y nuestro mundo o, por el contrario, alguna otra dimensión maligna que insiste en copiarnos para tomarnos desprevenidos?

Pues bien, de agitar las aguas de esa pregunta se encarga Espejos siniestros (Mirrors), thriller sobrenatural protagonizado por Kiefer Sutherland (de vacaciones del duro Jack Bauer de 24) en el rol de un ex-policía que se gana el pan como guardia de seguridad, y que un buen día empieza a darse cuenta de que "los objetos en el espejo pueden estar más cerca de lo que parecen".

En esencia, Espejos siniestros no es una idea original sino que se trata de la remake del film de terror surcoreano Geoul sokeuro (Sung-ho Kim, 2003). Ahora, adaptada por el director francés Alexandre Aja, la historia llega con toda la parafernalia técnica de que es capaz Hollywood.

Se estrena en Argentina el 2 de octubre '08.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Bond... James Bond

El carismático agente secreto al servicio de Su Majestad, aquél que Ian Fleming imaginara como su alter-ego (él mismo fue miembro del Servicio de Inteligencia británico en sus años mozos), vuelve por sus fueros.

Así es, amigos y vecinos. Quantum of solace (a.k.a. Bond 22) está al caer, y somos ya varios los que nos anotamos para disfrutarla.

Por mi parte, más que un fan, siempre he sido un espectador casual de las aventuras del espía, pero he de reconocer que el capítulo anterior de la saga (Casino Royale, 2006) me atrapó al punto en que la considero la única de la serie digna de ser grabada y conservada para la posteridad. A la vez que el vituperado Daniel Craig me pareció una de las mejores encarnaciones, en años (incluyendo las del aplaudido Pierce Brosnan), del agente con licencia para matar.

No me perdonarán la vida los incondicionales de Sean Connery, Roger Moore y el mismo Brosnan, pero aun con las frivolidades y los efectos especiales típicos de las historias de Bond, creo que la actuación de Craig en Casino Royale va mucho más allá de lo meramente digno; dota a un personaje históricamente frío y demasiado "canchero" para mi gusto, de una cualidad humana que le hace ganar en dramatismo y, por consiguiente, en realismo argumental.

Por suerte para todos los que disfrutamos de un 007 más humanizado y sufriente, Daniel Craig vuelve a ponerse las pilchas.

Quantum of Solace fue dirigida por Marc Foster y coprotagonizada por Mathieu Amalric, villano de turno y las infaltables "chicas Bond": Olga Kurylenko y Gemma Arterton; repiten Judi Dench (la dura M), Jeffrey Wright y Giancarlo Giannini. Se estrena en noviembre, fecha a confirmar.

El póster, impecable. Como siempre.

A lo Bond... James Bond.

viernes, 29 de agosto de 2008

¡Bravo, Morgan!

Finalmente, tras una serie de cirugías y de partes médicos que causaron preocupación, Morgan Freeman fue dado de alta del hospital y se recupera en su casa, según anunciaron los medios de espectáculos estadounidenses.

El actor, de 71 años, había protagonizado un grave accidente automovilístico el pasado 3 de agosto en una carretera del estado de Mississipi, como consecuencia del cual resultó con fracturas múltiples en uno de sus brazos y contusiones varias que lo dejaron en estado crítico, llevando a los médicos que lo atendían a repetir una y otra vez que su condición era "seria".

Por fortuna, la cosa no pasó de un buen susto, el gran Morgan está de excelente ánimo y no ve la hora de volver a los sets para seguir regalándonos todo su talento.

¡Salute!

miércoles, 13 de agosto de 2008

Y un día se pudrió todo

Durante los años '50, en el contexto de la Guerra Fría, el cine hollywoodense no fue ajeno a la histeria imperante y se lanzó a producir películas que retrataran a la humanidad al borde de un ataque de nervios. La mayoría de éstas, nos mostraban sutiles y/o masivas invasiones extraterrestres o bien, monstruos muy nuestros, aunque alterados por alguna bomba atómica. La raíz de todas era la misma: el miedo al comunismo (los extraterrestres) y a la guerra nuclear (las criaturas mutantes).

Así, nacieron títulos tales como: This island Earth (1955), It conquered the world (1956), Forbbiden planet (1956) o I married a monster from outer space (1958), entre otros ya clásicos de la posguerra.

Pero antes de aquéllas, hubo una cinta que se preocupó no en bombardearnos y hacernos saltar por los aires, sino en demostrar que había otras opciones.

Estrenada en 1951, The day the Earth stood still (Robert Wise) o El día que paralizaron la Tierra, como se conoció en Latinoamérica, narra la llegada a nuestro planeta de un alienígena (Klaatu), quien viene acompañado de un inmenso robot humanoide (Gort). Contra todos los pronósticos, el visitante viene a solicitar una reunión con los líderes de los países más avanzados de la Tierra con un único objetivo: exigir que se acaben las guerras y se instauren de una vez por todas la paz y el entendimiento. Porque si no...

Pero no quiero adelantar más detalles de la historia, para el caso altamente improbable de que alguien no la haya visto. Personalmente, es una de mis películas favoritas; la vi por primera vez cuando tenía diez u once años, y me gusta revisitarla toda vez que puedo.

La buena noticia es que, en esta fiebre del revival que vive Hollywood (la falta de ideas, bah...), finalmente a alguien se le prendió el foco y han decidido filmar una remake. Y por lo poco que muestra el primer trailer, promete. Bienvenida, entonces.

Protagonizan Keanu Reeves y Jennifer Connelly. Dirige Scott Derrickson (El exorcismo de Emily Rose). El estreno es el 12/12/08.

jueves, 7 de agosto de 2008

Gracias por la música

Mamma Mía! nos cuenta la historia de Donna, una madre soltera que lleva adelante un pintoresco hotelito en una ignota isla de Grecia, y está organizando la boda de su hija Sophie, a quien crió sola y por las suyas. Para la boda, la mujer invita a dos amigas de la infancia: la centrada Rosie y la multidivorciada Tanya, con quienes alguna vez formara la banda “Donna and the Dynamos”.

Claro que, sin que Donna lo sepa, Sophie invita también a tres hombres que fueran amantes de su madre años atrás, sospechando que uno de ellos podría ser su padre.

Este es el preámbulo para una historia de enredos y malentendidos, en la cual nacerán amores nuevos, se reavivarán viejas pasiones y se intentará demostrar que nunca es tarde pese a todo. Todo ello con el fondo paradisíaco del mar Mediterráneo y al ritmo de una música que, como el ave Fénix, se resiste a morir y siempre está de vuelta.

Y es que, seguramente, es la banda de sonido la excusa más valedera que tiene esta comedia. Ya que Mamma Mía! (the movie) se apoya en una veintena de las mejores canciones de ABBA, el mítico cuarteto sueco que reinara en las discos durante buena parte de los '70 y principios de los '80, y cuya música aún suena en todos los cumpleaños de quince (Dancing Queen es infaltable) y en cualquier fiesta retro que se precie de tal.

Encabezado por la siempre inobjetable Meryl Streep (Donna), en el reparto se lucen también Amanda Seyfried (Sophie), Julie Walters, Pierce Brosnan y Colin Firth.

La directora inglesa Phyllida Lloyd, de lucida trayectoria en las tablas británicas, hace aquí su debut cinematográfico y adapta con ritmo acertado el musical escrito por Catherine Johnson, sobre las canciones de los ABBA Benny Andersson y Björn Ulvaeus, junto a Stig Anderson.

Quedará como anécdota (pintoresca, si se quiere) la rotunda negativa de los ex integrantes del cuarteto -reunidos para la ocasión en el estreno londinense- a la propuesta que les hiciera un productor musical de volver a salir al ruedo para una serie de cien conciertos, a cambio de un dinero: mil (1000, sí; UN MIL...!) millones de dólares. "No es para nosotros", declaró el gordito Benny sin que se le moviera un pelo de su ya canosa barba vikinga.

Esteee... Sr. Productor..., digo yo, si junto a cuatro que entonen más o menos bien, ¡¿dónde querés que te firme...?!

miércoles, 6 de agosto de 2008

Cuando el cine cumple con su objetivo

Me resulta difícil ser imparcial respecto a Batman. Soy un fanático desde que tengo uso de razón. Mucho más de lo que podría llegar a serlo de cualquier otro héroe nacido de un cómic.
Y es que, como dijera alguna vez Stephen King, el Encapotado se me ocurrió siempre como más cercano, más posible. Quizás por el hecho de ser un mortal común y corriente, exento de superpoderes y sin más armas que un excelente estado físico, un instinto detectivesco y una inteligencia superlativa.
Me refiero a que (sin ánimo de ofender a Superman y sus seguidores) es muy fácil ponerle el pecho a las balas cuando uno es inmune a ellas. La cosa se complica cuando sabés que te pueden hacer un agujero y mandarte al más allá, como a cualquier otro.

Con esta ilusión, me fui a ver The Dark Knight. Y lo que esperaba como un nuevo encuentro con el héroe emblemático de siempre, me pasó por encima como una avalancha.

Qué lejos quedaron (¡graciadio'!) las dos vergonzosas fantochadas a cargo de Joel Schumacher (Batman forever y Batman & Robin), quien no supo interpretar el mundo siniestro del murciélago y lo convirtió en una colorida kermesse de fin de semana.

Sucesora de la promisoria Batman begins de 2005, esta secuela (que nos llega a los latinoamericanos con un alivianado El Caballero de la Noche. Y bue...) prometía ya desde el título, aportar una mayor cuota de oscuridad al, de por sí, personaje más freak del universo comiquero. Y cumple ampliamente.

Christopher Nolan (Memento, Insomnia, Batman begins) regresa para poner el ojo tras la cámara e igual que en la primera parte, se manda un clavado hacia las profundidades de la criatura y lo que pare, es un Batman atormentado, esencial, más interesado en aplicar justicia que en respetar leyes y con la demencia a punto de caramelo. Los adoradores de la mano maestra de Tim Burton (este Caballero Oscuro mucho le debe a sus magistrales Batman de 1989 y Batman Returns de 1992), podemos respirar aliviados.

El muy buen actor galés Christian Bale vuelve a calzarse el traje de goma para componer al mejor murciélago desde Michael Keaton para acá, y le pone a su Bruce Wayne la perfecta máscara de desasosiego espiritual que el millonario necesita.

Morgan Freeman y Gary Oldman, encarnan de nuevo e impecablemente a dos aliados del justiciero: Lucius Fox, quien le provee de los gadgets necesarios para combatir al crimen y el incorruptible policía Jim Gordon, respectivamente.

El sólido Michal Caine, en tanto, pone su mejor acento y las dosis justas de hieratismo y humor inglés, al servicio del fiel Alfred Pennyworth, mayordomo de los Wayne y padre sustituto del joven Bruce.

La inexpresiva sra. Cruise, Katie Holmes, no es afortunadamente de la partida esta vez, siendo reemplazada en el rol de Rachel Dawes, interés romántico pospuesto del héroe, por la talentosa Maggie Gyllenhaal. ¡Menos mal!

Se suma al elenco el ascedente Aaron Eckhart (Thank you for smoking, entre otras) y le pone el pecho al fiscal Harvey Dent, personaje que por esas cosas azarosas que tiene la vida, termina dándose vuelta en el aire y convirtiéndose en otro villano al que ya le llegará su turno: el terrible Two-Face. Y bue, político tenía que ser...

Párrafo aparte para el Joker quien, una vez más, se erige en el alma de la fiesta.

Y es que el payaso no es un rival más. Es la némesis del Encapotado, su complemento perfecto, casi su imagen en el espejo de la locura. Porque en el desfile de freakies que es Batman, el Guasón es el que menos patitos tiene en la fila.

El fallecido actor australiano Heath Ledger, quien ya había sacado chapa en películas como Brokeback Mountain y I'm not there, nos regala la actuación de su vida y saca de la galera a un Guasón psicótico y siniestro, casi en las antípodas del que tan bien dibujara Jack Nicholson en la versión de Burton, e infinitamente próximo al criminal más peligroso de todos: el que disfruta lastimar porque sí.

Pero más allá de las estupendas actuaciones, la película es un tanque de guerra. Bien cerrada y sin fisuras. Sus casi dos horas y media se pasan volando, sostenidas por un ritmo demoledor que va permanentemente in crescendo; arranca arriba y va por más a cada instante. Nolan apenas nos permite tomar aire entre una escena y otra, y con maestría de orfebre logra un policial de acción a la altura de los mejores del género. Por momentos, gracias a la intensidad de las imágenes y a la acertadísima banda de sonido compuesta por Hans Zimmer (Gladiator, Hannibal, The Da Vinci Code) y James Newton Howard (Vertical limit, King Kong, The happening), uno cree estar viendo Heat o Miami Vice (ambas de Michael Mann) o cualquiera de los buenos thrillers de Brian De Palma.

El Cruzado de la Capa está de vuelta, amigos. Definitivamente, está de vuelta. Y los fanáticos (como yo), profundamente agradecidos.

miércoles, 30 de julio de 2008

Robotech (2010)

No sé si será cierto, pero por lo pronto la WB ha adquirido los derechos y ya colgaron el cartelito en IMDb.

Al parecer los planes se aceleraron a partir de septiembre de 2007, tras el éxito de la adaptación al cine de Transformers, otra serie japonesa que hiciera las delicias de los infantes de mi generación. Dicen las buenas lenguas que el cerebro detrás de la operación no es otro que Tobey Maguire (el Peter Parker de la saga de Spiderman), quien asumiría aquí el doble rol de productor y protagonista.

Si no sabés de qué se trata esta historia de sci-fi épica, te cuento que describe un futuro no muy lejano, en el cual los humanos han aprendido a desarrollar una avanzadísima tecnología alienígena, a partir de una nave espacial de procedencia desconocida que se estrellara en una isla del Pacífico Sur. Esta tecnología, bautizada como Protocultura, terminará siendo el arma principal que permitirá a la Tierra defenderse de los ataques de razas extraterrestres que quieren adueñarse de la misma con el fin de dominar el Universo... ¡Plan ambicioso, si los hay!

Lo verdaderamente curioso de Robotech, es que la serie se compone de lo que originalmente fueran tres anime individuales, aunque con ciertas semejanzas entre sí. Adquiridas por la productora estadounidense Harmony Gold, las tres series fueron reeditadas, traducidas al inglés bajo un nuevo guión que las enlazaba y daba continuidad a la historia, y estrenadas en la TV local en 1985. Fue un éxito e impuso en USA (y luego en el mundo) la fiebre de los mecha; artilugios de los que se valieran otros tanques nipones como la mencionada Transformers, Mazinger Z y Evangelion.

Como sea, parece que la cosa está en marcha y los amantes de este anime de los '80, devenido en pieza de culto, ya están revolviéndose de gusto en la cabina de sus robots gigantes.


martes, 22 de julio de 2008

Top Gun 2...?

Y sí. Si Rocky e Indy, dos de los blindados de los '80, llegaron marchando a este nuevo milenio, ¿por qué no revivir la aventura aeronáutica más pochoclera de aquella década?
Es lo que habrán pensado los productores, siempre preocupados en no bucear demasiado en busca de ideas nuevas. Así que mandaron a hacer un guión más o menos potable y le escribieron un mail al bueno de Tom Cruise, protagonista de la original, invitándolo a ponerse de nuevo el uniforme caqui y prepararse para el regreso.

Según parece, este se centraría nuevamente en la figura de Pete "Maverick" Mitchell (Cruise), quien sería ya un avezado instructor en la escuela de pilotos de elite de la U.S. Navy, al que de buenas a primeras le cae alguien que pretende moverle el piso. Claro que como no podía ser de otra manera, la recién llegada es una niña y... Bue, el romance estará servido. Y otra vez en medio del rugido de las turbinas de los poderosos cazabombarderos.

Son demasiados los casos en los que una continuación forzada, filmada con la única intención de hacer montañas de dólares (¿o es que existe otra razón...?), destroza y degrada al filme original. En este caso en particular, dudo mucho que una segunda parte le llegue a los talones a la primera.

Y es que Top Gun (1986, Tony Scott) consistió en un fantástico collage de tremendas escenas de acción aérea sazonadas con una docena de canciones interpretadas por los artistas del momento. El resultado fue impecable y con el tiempo, se convirtió en perfecto manual de uso para todo cineasta que deseara filmar aviones en batalla. Y por si fuera poco, los gigantescos F-14 surcando el cielo, los cascos coloridos y los anteojos Ray-Ban ahumados, se volvieron íconos para una generación de adolescentes que, luego de verla, no podían dejar de soñar con convertirse en pilotos de combate y conquistar a cualquier hija de vecino.

Por el bien de uno de los mejores recuerdos cinematográficos ochentosos, espero equivocarme.

Exorcisá a los malos espíritus viendo el trailer de la original:


lunes, 21 de julio de 2008

El sueño de los héroes

Es lo que parece tener hoy en día la mayoría de los productores cinematográficos de Hollywood.

Y este 2008 ha visto -y verá- materializado más de uno. A saber:

Iron Man - Arrogante insoportable y al borde del alcoholismo, es uno de los personajes más atípicos del comic. En la película, se pone la armadura el talentosísimo Robert Downey Jr. (¿quién mejor para semejante personaje…?). Y la rompe. La armadura no, la película.

The Incredible Hulk – Cinco años después de la criticada “Hulk” de Ang Lee, la historia retoma el sufrimiento del científico Bruce Banner, autoexiliado del mundo por esa manía de ponerse literalmente verde de la bronca y explotar la camisa. Esta vez, el que gasta un dineral en vestuario es Edward Norton. ¿El resultado?, ¡excelente!

The Dark Knight – Segunda entrega de este oscuro Batman parido por Christopher Nolan. Christian Bale vuelve a ponerse la careta y le da una carnadura más que acertada a Bruce Wayne, alter ego del Encapotado. La cereza del postre es el Guasón, último papel de la breve aunque prolífica carrera del fallecido Heath Ledger. Un lujo.

Hellboy II: The Golden Army – En 2004, la historia del demonio rojo con sentimientos más que humanos, fue llevada al cine por el excelente Guillermo del Toro. Ahora, mismo director y actores (Ron Perlman, solidísimo en el rol protagónico) encaran esta secuela. No es mala garantía.

Wolverine – Quizás el personaje más carismático de los X-Men, Lobezno -como también se lo conoce a este peludo malhumorado- tendrá finalmente su propia película. Y otra vez, al igual que en la exitosa saga cinematográfica de los mutantes, llegará con la cara y las garras de Hugh Jackman; las muchachas, suspiran agradecidas. Se estrena en 2009.

Superman: The Man of Steel – Aun cuando Bryan Singer metió la pata en su anterior Superman Returns, que si bien no fue mala resultó algo blandita, los productores decidieron bancarlo con la condición de que vaya a fondo en la siguiente. Así, Brandon Routh (digno sucesor de Christopher Reeve) volverá a agitar la capa roja en la sexta parte de la saga del más emblemático de los superhéroes. En tanto, se rumorea que en esta ocasión se podría sumar a Lex Luthor, eterna némesis del Hombre de Acero, el villano extraterrestre Brainiac. Hay ganas de que este Superman vuelva a volar entre 2009 y 10. Veremos cómo se desarrolla el rodaje.

En tanto, algunos más que están en gateras y esperando greenlight son:

Masters of the Universe – He-Man, Skeletor y las troupes de ambos volverán a la gran pantalla en 2009. Brad Pitt, si decide aceptar el convite, es número puesto para meterse en la piel del príncipe de Eternia. Al parecer, la película tendría una estética similar a la de la espectacular 300, cosa que no le vendría nada mal. Como sea, cualquier cosa será mejor que el bodrio del mismo nombre que vimos en el ’87, donde Dolph Lundgren y Frank Langella hicieron lo que pudieron. Pero igual no alcanzó.

Thor – El hijo de Odín, ¿se acuerdan? El del mazo vikingo y el casco con alitas. Lo único cierto hasta el momento es que quieren lanzarlo en 2010, ya que no hay reparto ni director confirmados. Se dice que el protagónico podría llevárselo el fachero Josh Holloway (Sawyer en Lost).

Captain America – Otro titán de la factoría Marvel que vuelve por sus fueros, tras una esperpéntica versión del año 1990. Aún no se sabe si estará ambientada en plena Segunda Guerra Mundial, como el comic original o bien, la historia será traida a nuestros días. Dirigirá Nick Cassavetes; un apellido que es una garantía en sí mismo. Llegará a los cines en mayo de 2011.

Wonder Woman – Hace casi diez años que se viene hablando de la posible adaptación a la pantalla grande de las aventuras de la princesa amazona. El asunto es casi una obsesión ya para el productor Joel Silver. Y en el interín, unas dos docenas de actrices fueron señaladas para calzarse el short estrellado y el top rojo-dorado; entre ellas Sandra Bullock, Mariah Carey (¿perdón…?), Lucy Lawless y Jessica Biel. Las últimas en agregarse a la lista fueron: Evangeline Lilly (Kate de Lost) y Sophia Bush (Brooke de One tree hill). Aunque por estos días, cuando el proyecto parece haberse puesto en marcha otra vez, la delantera la lleva Katie Holmes. Qué va’cer… Lynda Carter, volvé, ¡te necesitamos!

Justice League of America - Otra en la que se viene gastando saliva y tinta desde hace tiempo. Ahora, parece que el rodaje (inicialmente planeado para este ’08) comenzará en 2010 y llegará a las salas un año más tarde. Se rumorea que será de animación 3D, que se hará con actores reales, que estarán Batman y Superman, que no estarán ninguno de los dos… En fin. Muchachos, a hablar menos y a laburar más. Los superhéroes lo merecen.

miércoles, 16 de julio de 2008

Llamado a la solidaridad

¡Atenti! Esta es una nota muy personal...

Se necesita conocer el paradero de todo aquel impresentable (entre los cuales me incluyo...) que haya cursado su último año de secundaria en la E.N.E.T. N° 26 de Balvanera, también conocida como "el Suiza", más especificamente en la división 6to 2da del turno Tarde, y que haya egresado con la promoción del año 1986.

Un grupo de ex alumnos de aquella época dorada, estamos intentando juntarlos a todos para charlar un poco, revivir viejas anécdotas y volver a tener, por un rato, 17 ó 18 años.

Hablo del período Paleolítico, ya lo sé; de cuando la Tierra estaba caliente.

Y de los radiograbadores monoaurales. Y del disco de vinilo del momento, reproducido hasta el infinito en los cassettes TDK que uno grababa para los amigos. Y del walkman Unisef negro, blanco o colorado.

Hablo de los vaqueros nevados, las camisas leñadoras y la ropa de Angelo Paolo.

Hablo, en resumen, de cuando la vida era aún un territorio inexplorado para la mayoría de nosotros.

Así que ya saben, si están por ahí, no duden es escribirme. Va a ser muy bueno volver a saber de Uds.

Un abrazo a todos!

miércoles, 11 de junio de 2008

...Adonde nadie ha ido antes.

Así empezaba una vieja y querida serie de TV de los '60; que creció, pasó al cine, volvió a la tele, siguió creciendo y terminó por convertirse en algo parecido a una religión.

Con millones de fans alrededor del mundo (autodenominados trekkies o trekkers), quienes disfrutan de sentarse y ver, una y otra vez, las aventuras del programa original, de su decena de películas y/o series desprendidas, Star Trek -o Viaje a las estrellas, hablando en criollo-, es sin lugar a dudas un fenómeno de la ciencia ficción en particular y de la TV en general. Un éxito que quizás se deba, en parte, al espíritu original de la serie: por primera vez, humanos y alienígenas no aparecían observándose con completa desconfianza o directamente trenzados en feroces batallas interplanetarias matizadas con andanadas de rayos (salvo alguna que otra peleíta con los beligerantes klingons o los traicioneros romulanos; a la postre, aliados también), sino que salían a explorar el Universo de la mano y bajo la bandera de la Federación Unida de Planetas.

No me parece poca cosa para una historia parida en el apogeo de la Guerra Fría, cuando Este y Oeste se espiaban con la aprensión a flor de piel y el dedo crispado sobre el botón de disparo de los arsenales nucleares. Loas y laureles de gloria a Gene Roddenberry, entonces, de cuya mente visionaria brotó una idea tan pacífica. Y tan extraordinariamente vigente.

Sí. Porque Viaje a las estrellas siempre está volviendo, hermanos humanos.

Y es que de la mente de otro visionario de la fantasía, el inquieto y multifacético Jeffrey Jacob Abrams, J.J. pa' los amigos, hacedor de algunas obritas memorables en esto del entretenimiento de masas (Alias, Cloverfield y la adictiva Lost, figuran entre sus varios logros), ha brotado un nuevo eslabón de la aventura intergaláctica.

Star Trek XI está a punto de ver la luz. Y promete.

¿Por qué?, se preguntarán los no iniciados.

Bueno, porque no se trata de una continuación lineal de los sucesos, a partir del punto al cual llegaran el carismático Jean-Luc Picard y los de la Nueva generación, la excelente serie que siguió la línea de la primera y estuvo en el aire durante siete temporadas, de 1987 al '94, dando material para cuatro largometrajes entre 1994 y 2002. Nones. Viaje a las estrellas 11 nos propondá remontarnos al principio de los tiempos, al siglo XXIII, a la construcción de la mítica NCC-1701 USS Enterprise; la más simple pero, seguramente, la más recordada de todas las Enterprise de la saga.

Así pues, iremos también al reencuentro de la, tal vez, más querida y venerada tripulación de una nave estelar en la historia de la televisión y la cinematografía.

Los actores no serán los mismos, por supuesto. Pero las figuras emblemáticas del capitán Kirk, el Sr. Spock, el Dr. McCoy et al, estarán ahí para hacernos creer a aquellos que aún soñamos, que 42 años no son nada. Que es posible seguir soñando. Y que "larga vida y prosperidad" pueden ser más que la expresión de deseo de un saludo vulcano.

Después de todo, ¿quién no jugó alguna vez a ser James T. Kirk y, zambulléndose sobre la consola de cartón pintado de un ficticio sillón de capitán, gritó para nadie: "¡Scotty, necesitamos más energía!"?



¡Engage!

lunes, 9 de junio de 2008

Visitá Mendoza; ¡es una besheza, nene...!

... Como diría el Bambino Veira.

Pero no es verso. Si ya tuviste oportunidad de conocerla, sabés de qué hablo. Si nunca fuiste juntá unos mangos, hacete un hueco en el almanaque y enfilá para allá. No te vas a arrepentir.
Mariana (mi sufrida flamante...) y yo tuvimos la suerte y la buena puntería de elegirla como destino de nuestra luna de miel y la semana escasa que estuvimos por allá, nos resultó cortísima.

La ciudad es muy pintoresca y, si bien en el centro hay negocios, ajetreo y gentío al modo de las grandes ciudades, mantiene aún esa costumbre tan cara de la siesta y el descanso vespertino; hay lugares que ni por asomo te dan bolilla entre la 1 y las 4 de la tarde. Y la verdad, deben vivir más que nosotros. Seguro.

Por lo demás, no hace falta más que un paseíto por sus bodegas y una que otra probadita de la sangre de las vides de esa tierra privilegiada o una excursión a las altas cumbres, que por fortuna nos tocó ver tras una flamante nevada, para enamorarse para siempre de ese lugar maravillosamente enclavado al pie de Los Andes.

Adentrarse en la Cordillera, visitar lugaras como Uspallata, Penitentes o Las Cuevas, asomarse al cañón que flanquea el Puente del Inca, recorrer la ruta que trepa hacia el Cristo Redentor y divisar la cumbre blanca del mítico Aconcagua, basta para comprender por qué la Naturaleza reinó siempre. Y por qué lo seguirá haciendo por los siglos de los siglos, aun cuando nosotros, que tanto nos empeñamos en desviarla y aplastarla, ya no estemos para verlo.

No alcanzan los ojos ni las lentes de las cámaras, uno siente que la voz se quiebra y nos falta el aire. Y no es el apunamiento. Es la fuerza brutal de ese paisaje prodigioso, un milagro hecho tierra, la quintaesencia de la belleza.

Por eso, y sin ánimo de convertirme en agente de turismo, te invito a visitar Mendoza. Mi esposa y yo no vemos el momento de volver para allá. Aun cuando hace apenas diez días que estuvimos.

Y es que la tierra del sol y del buen vino te enamora.

Y hay amores que duran toda una vida, dicen los que saben.

martes, 6 de mayo de 2008

Showmatch (o cómo millones de moscas pueden equivocarse)

Luego de haberme distanciado de la obra del amigo Tinelli, quien supo divertirme años ha con su programa Videomatch, me obligué a mí mismo a mirar lo que hace ahora en canal Trece; programa que por esas cuestiones de los derechos televisivos, ha debido mutar por el nombre del título.

Y la verdad sea dicha, luego de mirar por diez minutos (no aguanté más), no me arrepentí de haber abandonado en su momento a la masa de televidentes que diariamente lo acompaña.

Porque el nuevo (tiene ya un par de años, bah) Showmatch, continúa por la senda de los anteriores. Es decir, se repite una y otra vez en las fórmulas que, otrora transgresoras y entretenidas, hoy apuntan lisa y llanamente a la emoción fácil, al contenido vano y sin sentido, a la chabacanería... En resumen, a la más completa decadencia.

Y es que Mister Ti es eso: humor plano y hosco, chiste fácil y falto de sutilezas, cargadas futboleras de doble sentido y cantitos de hinchada. La grasada pura y simple. Apuntada a un público que mira televisión satelital, pero cuya música de cabecera es la cumbia bailantera que, en medio del colectivo lleno, brota desde el celular con mp3.

Pero bueno, no se puede pedir más a un programa que ha contado y cuenta entre sus máximas "estrellas" a personajes como Gerardo Sofovich, Moria Casán, Graciela Alfano, Carmen Barbieri, Marcelo Polino... En fin. Si no es esto el elixir de la decadencia, aplaudo su parecido; ni un experto podría notar la diferencia.

Los más acérrimos defensores del inefable Marcelo Hugo me dirán que es un producto bien pensado, que no tiene fisuras, que es fácilmente vendible, que entretiene y aleja las penas, etc., etc., etc...

Ah, y que tiene como ¡treinta puntos de rating! Que equivale a... Bueno, a millones de personas.

Y tanta gente no puede estar equivocada, parece.

Como las moscas,¿vio? Que comen caca. Y también son millones.

viernes, 18 de abril de 2008

I want to believe / The X files 2

... O no todo está perdido.

Porque ¿vuelven...? ¡Sí, señor!

Diez años después de la primera película y a seis de finalizada la, quizás, mejor serie de ciencia ficción en la historia de la la TV, los incorruptibles Mulder y Scully vuelven a calzarse sus opacos trajes federales, para salir en busca de la verdad.

Porque la verdad... Bueno, la verdad está ahí afuera. Y siempre lo ha estado.

Será un placer volver a verlos, algo así como reencontrarse con viejos amigos. En fin, un año pleno de emociones este 2008.

Ahoguemos la ansiedad mirando este blog, que está bastante completito: http://xfiles2ndmovie.blogspot.com/

jueves, 17 de abril de 2008

Enhorabuena

Y ya que hablamos de Aullidos.com, no está de más decir que ha finalizado el Concurso de este año -en el cual tuve el grato honor de participar con mi relato "Aceite pesado"- y han resultado dignos ganadores:

Premio del jurado - "Carla y su cuerpo" de Adrián Alvarez

Premio del público - "Amando a Gretel" de Pedro Escudero Zumel y Samuel San José

Mis más sinceras -aunque no exentas de sana envidia...;)- felicitaciones a ellos.
Espero ponerme en forma y ser un más digno adversario en el próximo concurso.

Y para aquellos que, como dije antes, disfrutan de escaparse por un rato de la realidad cotidiana, créanme que vale la pena leer algo de este material:
http://www.aullidos.com/relatos.asp

Salute!

Algo que decir

Les dejo algo que escribí hace algún tiempo para un concurso literario subterráneo (es que lo organizaba Subtes de Bs. As.... je). El relato ni figuró, pero me hizo sentir bien el mero hecho de ponerlo en algún lado por primera vez.
Lo subí también al sitio
http://www.aullidos.com/ (a quien le interese el género fantástico, le recomiendo se dé una vuelta por ahí; esos chicos saben hacer las cosas) y obtuvo un éxito moderado.
Espero les guste. Comenten lo que quieran... con cariño.


LAS REGLAS BASICAS

Abelardo despachó el enésimo baldazo de agua sobre el capot del Ford y lo miró. No le gustó. Así que mientras el balde volvía a llenarse, enjabonó de nuevo la trompa del camioncito, frotando decididamente con la esponja hasta que la espuma se volvió frondosa y la cubrió por completo.

¡La pucha que costaba tenerlo limpio! Pero así le gustaba. Por algo los clientes de la fletera lo preferían: su camión siempre (pero siempre) estaba impecable; la limpieza era una regla básica.

No en vano, el lavado era la ceremonia ineludible de cada tarde de sábado. Sus compañeros le decían que estaba mal de la cabeza. A él no le importaba. "Al laburo hay que cuidarlo", respondía convencido. Se llevaba la radio al patio y mientras escuchaba el partido de Lafe, la emprendía contra la mugre.

Pero ese fin de semana no había fútbol, así que puso un programa de variedades, apenas para oír algo de ruido, y sólo le prestó atención a una noticia del informativo de las cinco: a última hora del viernes, unos ciclistas habían sido atropellados en el Camino de Cintura. El conductor se había fugado. Era el segundo caso en dos semanas.

Abelardo suspiró. La gente estaba loca, todos se comportaban como si fuesen los dueños de la calle. Por eso pasaban las cosas que pasaban. Esta vez, tres ciclistas; la semana anterior, un par de chicos; ¿qué vendría después?... Porque esto no tendría fin, en tanto ciertas reglas básicas de convivencia no se respetasen. De eso estoy muy (pero muy) seguro, pensó mientras vaciaba el balde sobre la chapa.

Miró al Fordcito, su fiel compañero del camino. Satisfecho al fin con el resultado, dio una palmada cariñosa, casi una caricia, sobre la trompa roja. Al principio, las manchas se habían resistido, pero luego se rindieron al agua insistente y la esponja vigorosa. Lo único que lo apenaba eran esas marcas, como arañazos, que cubrían la mayor parte del frente y trepaban hacia el capot. Una lástima.

-Los fierros de la segunda bicicleta –estimó Abelardo, con las manos en la cintura. Y alzó la mirada al cielo nuboso, rogando porque no lloviese-. Seguro que fue eso… Sí, fue eso.

Pero si ése es el precio…, meditó en silencio, mientras juntaba los bártulos. Porque la calle fue hecha sólo pa´los motores. Así que yo voy a seguir vigilando. Esas son las reglas

-¡Sí, señor! Esas son las reglas… ¡básicas!