
-¡Todo...! ¡Todo es una mieerdaaa...! -espetaba uno de esos personajes sombríos y tristes que tan bien supo componer el hombre.
Era algo rellenito y con unas facciones que parecían amasadas en plastilina. Le dijeron una vez que con esa facha no iba a llegar muy lejos. Y sin embargo, construyó una carrera inigualable que abarca más de cuatro décadas de cine, teatro y televisión argentinos.
Ese actor pequeño y morrudo, pero dueño de un talento desmesurado, se marchó esta mañana a los 71 años. Se llamaba Ulises Dumont.
Nos quedan, para recordarlo, sus inmortales creaciones para películas como La parte del león (1978), Tiempo de revancha (1981) y Ultimas días de la víctima (1982), todas de Adolfo Aristarain; No habrá más penas ni olvido (Héctor Olivera, 1983); Los chicos de la guerra (Bebe Kamín, 1984) o La película del rey (Carlos Sorín, 1986); por nombrar sólo algunas de las 81 en que participó.
Se fue de gira, como gusta de decir la gente de las tablas. Si es así, seguro que don Ulises estará ya cosechando sus primeros aplausos en las salas del Paraíso.
(Fuentes: imdb; cinenacional.com; wikipedia; lanacionline)